Este es un post singular, sin lugar a dudas.
El objetivo que persigo es divulgar las ventajas que la tecnología potencialmente ofrece al ámbito legal y destacar la importancia del dato como eje percibido por la justicia para lograr una sociedad más eficiente e inclusiva.
Para ello y aunque es un espectro amplio y denso, creo que debemos comenzar con el conocimiento de los puntos principales relacionados con la naturaleza y gestión de datos en el contexto español en el año 2023 y la particular visión desde el mundo judicial extraídas del fórum JUSTICIA 2023:
- Transformación hacia una Justicia orientada al dato: donde se pase de una Justicia orientada al documento a una Justicia orientada al dato, utilizando la transparencia, el análisis y la explotación de datos para generar conocimiento y mejorar la toma de decisiones.
- Valor del dato: Se considera al dato como un valor tecnológico necesario para obtener información precisa y enfrentar los retos de la sociedad actual y futura.
- Digitalización de la Justicia en España: España se encuentra a la vanguardia de la digitalización de la Justicia a nivel europeo y mundial, con avances en áreas como Carpeta Justicia, Registro Civil, Oficina Judicial, Fiscalía, Medicina Legal y Toxicología.
- Co-gobernanza y cooperación: es de destacar la importancia de la historia política de co-gobernanza con las Comunidades Autónomas, que ha permitido la mejora de la coordinación y la cooperación en la implementación de servicios equivalentes en todos los territorios.
Europa y la inteligencia artificial
Europa es un marco de referencia en temas como la inteligencia artificial debido a su capacidad para mejorar el servicio público de justicia.
En palabras de Juan Carlos Estévez, presidente del Consejo General de Procuradores «los procuradores son los reyes del dato, porque digitalizamos, clasificamos y revisamos todos los documentos que se envían a los tribunales, ahorrando con ello mucho dinero a la administración de Justicia, contribuyendo, junto con los abogados, a su agilización». Estas palabras reflejan el apoyo de la abogacía y en concreto los procuradores a la transformación digital.
Así, Vistoria Ortega, la presidenta del Consejo General de la Abogacía Española destaca:
- Los retos que suponen la explotación del dato y la automatización de tareas.
- La necesidad de asegurar la privacidad y seguridad de los datos.
Por otra parte, muchos de los profesionales del mundo jurídico resaltan la importancia de contar con sistemas de gestión procesal interoperables. Y este es un asunto que en trecnología a día de hoy es también tiene gran relevancia. Por ejemplo las diferentes blockcahin existentes es uno de los grandes retos que se plantean, pero como si de un futuro utópico se tratase no llegan a servir dicha interoperatividad, siendo solo en proyectos sobre redes privadas descentralizadas donde hemos sido capaces de materializarlo.
También, y para abrir boca, según un informe de KPMG, el 80% de las organizaciones a nivel mundial señalan la ciberseguridad como uno de los principales riesgos existentes. De hecho, más del 40% de estas han sufrido ataques en el último año y, a su vez, un 46% considera que no está preparada para responder a este tipo de situaciones.
La Co.gobernanza
Volviendo al asunto de la cogobernanza en el dato y la colaboración público-privada; estos son considerados factores clave para el éxito de la justicia y el derecho. En el ámbito de la digitalización de la justicia, España destaca como líder en Europa, según el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI). El país está liderando proyectos en la Comisión Europea para la Eficacia de la Justicia del Consejo de Europa (CEPEJ), el Banco Interamericano de Desarrollo y la OCDE.
Así, es de destacar en este post el enfoque de España en la transformación digital de la justicia. Esta transformación se centra en las personas, especialmente en los profesionales del ámbito judicial. Se busca mejorar la Carpeta Judicial y se reconoce la importancia de la interoperabilidad, es decir, la capacidad de que diferentes soluciones tecnológicas se comuniquen entre sí y se centren en el dato sin dejar a un lado la experiencia humana para su adopción.
A pesar de las críticas recibidas en ocasiones, hay que destacas el impacto positivo de LexNet, ya que ha permitido gestionar más de 134 millones de notificaciones electrónicas. Sin duda, algo sin precedentes en el mundo.
Además, se están implementando reformas procesales para mejorar la administración de justicia y acercarla a los ciudadanos, como la creación de la Oficina de Justicia en los municipios.
La propiedad de los datos
Llegamos al asunto de peso especial para la nueva era de internet o WEB.3, ya que en cuanto a la propiedad de los datos, se destaca que tener datos en los servidores no implica automáticamente la propiedad de los mismos. Esto es algo de lo que llevo hablando desde hace años, por lo que un empujoncito para dejar de predicar en el desierto no viene nada mal.
En el mundo digital, la posesión no genera propiedad, por lo que es importante tener claridad siempre sobre quién es el propietario de los datos no personales. Se enfatiza la necesidad de diseñar estrategias para trabajar con datos sin correr riesgos.
Siempre en nuestra metodología de trabajo hemos abogado por devolver el control del dato a su legítimo propietario siempre. Habría un mejor reparto de justicia y también de equidad social y económica. Pero no me enrollaré en este apartado y seguiré reflejando la visión de los juristas…
La relación público privada
En relación con la colaboración público-privada, esta no queda exenta de la necesidad de transformarse y se destaca la importancia de concienciar al sector sobre cómo la digitalización puede generar confianza en la administración de justicia.
Se destaca la necesidad de poner al ciudadano en el centro y diseñar una justicia adaptada a sus necesidades, simplificada, automatizada y en tiempo real. La tecnología, como la inteligencia artificial (IA) y la minería de procesos, puede ayudar a analizar la organización y los tiempos dedicados a los procesos judiciales, identificar carencias y automatizar tareas.
En el ámbito legal, se menciona la importancia de la LegalTech y el New Law para mejorar la prestación de servicios jurídicos. Se destaca la necesidad de profesionales con habilidades multidisciplinares que puedan aprovechar herramientas tecnológicas para automatizar tareas, ofrecer análisis predictivo y brindar consultoría de manera más eficiente. Se resalta la importancia de la ética en el uso de la tecnología y la necesidad de adaptarse a los cambios regulatorios.
Una interesenta perspectiva, tan integradora como utópica hasta la fecha, donde los profesionales se han desarrollado en silos de conocimiento y funciones. A excepción de honrosas excepciones como este humilde narrador.
El mal uso de datos
Se aborda el uso de los datos en la lucha contra la violencia de género y sexual, algo que ha estado en la agenda jurídica y política del presente curso. Se presentan datos sobre la magnitud de este problema en España y se destaca la importancia de combatir los micromachismos y el control como base de la violencia de género. También se menciona el aumento de las condenas en este ámbito y la necesidad de utilizar la tecnología para prevenir y abordar estos casos.
En cuanto a la relación entre los datos y la independencia judicial, se plantea un debate sobre la transparencia de la información elaborada por los tribunales.
Y en este punto se debería apostar por la certificación de dicha información al igual que se comienza a hacer en otros sectores como los de logística o industria 4.0. Una información que queda certificada automáticamente es susceptible de auditarse, la certificación confiere transparencia y confianza ciudadanas, evitando muchos problemas y delitos mayores.
Los jóvenes y la IA.
Temas relacionados con la IA, los derechos y los jóvenes. Más allá de la creciente tendencia de uso de ChatGPT y la imaginaria promesa de desarrollo profesional con ese tipo de herramientas, Ibán García del Blanco, europarlamentario y miembro del Comité de Asuntos Jurídicos de la Cámara, habló sobre los avances regulatorios europeos en relación con la IA. Destacó la propuesta de Reglamento de IA del Parlamento Europeo, que busca una IA ética y responsable centrada en el ser humano. Esta propuesta incluye controles desde el diseño y obliga a respetar los derechos de autor al generar imágenes, audios o videos.
Desde MyEffort siempre hemos planteado incorporar los incentivos para cualquier autoría, lo que favorecería la calidad y profesionalidad digna en cualquier ámbito. El concepto de “royalties” tan utilizado en industrias como la musical estamos aplicándolo en diferentes ámbitos. Creo firmemente que más allá del respeto a los derechos de autor hay que trabajar también para fomentarlos.
Siguiendo con la intervención de García del Blanco, también mencionó medidas de apoyo a la innovación, como los entornos de prueba controlados o sandboxes, que estarán operativos con la entrada en vigor de la norma. Además, se mejoró la gobernanza de la IA y se creó una oficina europea independiente para homogeneizar su aplicación en la Unión Europea. Es de destacar los principios de transparencia que se deberán incorporar a los algoritmos.
El mundo laboral y el derecho de los trabajadores.
Entre las prioridades del Parlamento Europeo se encuentran las de establecer principios generales aplicables a toda la IA, realizar evaluaciones de riesgos sobre los derechos fundamentales y proteger los derechos de los trabajadores. También se resaltó la importancia de la formación y alfabetización digital, tanto para jóvenes como para usuarios y empresas. También es de destacar la modificación de responsabilidades en el uso de las tecnologías e incidencia penal.
He de decir en este sentido como profesional que fui durante más de diez años en el ámbito de los Recursos Humanos de grandes organizaciones, que este es realmente un nuevo paradigma de transformación no solo de la función en la gestión de personas, sino de las relaciones laborales y que posiblemente transcenderán en el futuro del trabajo más próximo de forma radical.
En otra ponencia, Alejandro Huergo, Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Oviedo, abordó el tema de la IA y la justicia. Huergo destacó que la IA es un instrumento y que su uso en la justicia implica diferenciar entre la automatización de procesos y la IA propiamente dicha, que permite un análisis de datos para facilitar la toma de decisiones. Señaló que la IA puede ofrecer eficiencia en el uso de recursos, aprovechar el conocimiento de datos y superar los límites del conocimiento humano.
Sin embargo, Huergo también mencionó problemas relacionados con algoritmos mal hechos, datos erróneos o sesgos que pueden producir discriminación. Destacó que es importante asegurar el ajuste de la IA al ordenamiento jurídico en el ámbito jurídico y resaltó que el uso de herramientas como ChatGPT es relevante en la medida en que se ajusten al ordenamiento jurídico.
En la mesa de la Academia, Susana Irene Díaz Rodríguez, Catedrática de Ciencia de la Computación e Inteligencia Artificial, hizo hincapié en que la IA nos enfrenta a problemas que van más allá de las características humanas y resaltó la importancia de asegurar la privacidad, evitar sesgos y controlar dispositivos y algoritmos en los sistemas de IA. Roger Campione, Catedrático de Filosofía del Derecho, planteó la relación entre la IA y el derecho, destacando el uso de la IA para la toma de decisiones y la atribución de responsabilidad. Miguel Presno Linera, Catedrático de Derecho Constitucional, mencionó la necesidad de un enfoque interdisciplinario y de cooperación entre países en la regulación de la IA, así como la importancia de desarrollar los derechos existentes en lugar de reconocer nuevos derechos.
La IA es creadora de reglas, pero siempre de forma aproximativa, no es exactamente precisa. Por este motivo, es complejo aplicarla a la Justicia, sobre todo para decisiones individuales. Así, por ejemplo, las razones de la decisión se deben al criterio de una persona. ¿Por qué pedir más a las máquinas que lo que se pide a las personas?
En la jornada, concluyen también que parece difícil exportar la tecnología jurídica europea a USA o China. Sin embargo, apuntan a que sí se pueden poner condiciones a su importación a la UE, en forma de un control previo sobre su desarrollo. Estando presente la IA en ese proceso, también debe haber un control a posteriori, con supervisión humana y una posibilidad de recurso. Con la IA entramos para no salir del mundo de los sesgos.
Desde luego parece interesante y claramente el sector jurídico está ya muy interesado, a lo que yo me planteo …
¿No estamos ya en un mundo suficientemente sesgado?
Quizás la jurisprudencia deba transformarse en sí misma y adoptar un papel más “predictivo” que reactivo. Más “adivinador” si se me permite el simil que “reaccionario” e incorporar el análisis de tendencias o perspectivas macro económicas que introduzcan a la tecnología y el camino que llevará.
Este es el camino que de la mano con la tecnología, está destinada a llevar la justicia, si quiere trascender en su papel de segundo del pelotón. Es decir, acabar con la leyenda urbana de que la justicia siempre llega más tarde.